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BIOGRAFIA


DOCTOR CEFERINO ALEGRIA MAURICIO

(1913-1979)


1) En el seno familiar

Al momento de su muerte, el 14 de junio de 1979, el Dr. Ceferino Alegría estaba domiciliado en el «Jardín Alegría», Calle Nueva de Agua Salud, La Pastora, Catia, Caracas. Allí había vivido prácticamente toda su vida, pues su familia mudó allí siendo él muy pequeño, antes del nacimiento de sus dos últimos hermanos. Su nacimiento ocurrió muy cerca de allí, entre las esquinas de Zapatero a Gobernador, casa No.49, el día 8 de julio de 1913, como cuarto hijo del matrimonio de inmigrantes canarios Ceferino Alegría González y Rosario Mauricio García de Alegría. En la práctica vino a ser el hijo mayor de la familia, pues sus tres predecesores murieron antes de que él naciera. La siguieron Rosario, Mercedes, Andrés y Maximina.
Nunca casó y mantuvo siempre entrañable unión con sus hermanos, los cuales le sobreviven, a excepción de Mercedes, fallecida hace algunos años.

2) El estudiante

Su infancia y adolescencia transcurren íntegramente el la Caracas de Juan Vicente Gómez, mientras cursa  sus estudios de primaria en la Escuela «Fermín Toro», y luego los de Secundaria en el Liceo «Andrés Bello», entonces bajo la rectoría de Rómulo Gallegos, graduándose de Bachiller en Filosofía en el año 1934.
A poco de iniciar sus estudios de Medicina en la Universidad Central de Venezuela, aprovecha la ocasión que se le presenta de obtener una beca por Concurso de Oposición para hacer estudios de Profesorado de Secundaria en el Instituto Pedagógico Nacional (actual Instituto Universitario pedagógico de Caracas), graduándose el año 1940, en la primera promoción de ese Instituto, bajo la tutoría del grupo de eximios profesores fundadores del mismo.
Durante sus estudios de Medicina, gana por Concurso el cargo de Externo de los Hospitales Civiles del Distrito Federal (1937) y es Interno Permanente de la Maternidad Concepción Palacios en 1941, realizando allí miso un curso de Perfeccionamiento Obstétrico en 1942, año en que culmina sus estudios médicos con la obtención del título de Doctor en Ciencias Médicas, mediante su tesis «EL CICLO ÚTERO-OVÁRICO NORMAL EN LA MUJER VENEZOLANA Y SUS RELACIONES CON EL EMBARAZO».
Jamás dejó de ser estudioso constante y continuo, llegando a registrar un enorme número de títulos en su Biblioteca particular, sobre los más diversos y variados temas, con la especial particularidad de que, antes y después de asignarles un sitio en ella, los escrutaba con particular atención. Personalidades de especial prestigio pueden dar fe de la calidad de esa Biblioteca.
Sobre su calidad de lector y, de paso, de su formidable retentiva, da fe el hecho de que, en cierta ocasión, nos comentaba, con motivo del examen de cierto trabajo presentado a su consideración como miembro de un Jurado Calificador, que ese trabajo era sensiblemente igual a otro del mismo autor años antes. Y agregaba «Siempre creen que uno nunca lee los trabajos que llegan a sus manos. Y lo malo es que generalmente tienen razón. Pero no es mi caso».

3) El docente

He aquí un campo en que el Dr. Alegría desplegó ingente labor. Con increíble frecuencia nos topamos con personas, incluso ya jubiladas, que fueron sus discípulos. Y que, es anecdótico pero significativo decirlo, nos han venido exigiendo la publicación de su biografía. Tal es el cariño que le prodigaron y prodigan hoy a su memoria.
Ya antes de graduarse de profesor, fue maestro en un Curso para Obreros en el Ministerio de Obras Públicas, en 1936. En el año 1939, fue profesor (fundador) de Zoología en el Liceo Aplicación.
En el año 1946 se inicia como profesor de Ciencias Biológicas en el Liceo «Luis Espelozin», de Caracas, manteniéndose ininterrumpidamente hasta el año 1952, y en el mismo Liceo, comienza a dar clases de Puericultura. DE 1954 a 1957, da clases, también de Puericultura, en el Colegio Leal, de Caracas.
 En 1954 se inicia en la Cátedra de Historia de la Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela; en el momento de su fallecimiento era profesor Titular Jefe de dicha Cátedra.
En 1958 fue nombrado Delegado del Ministerio de Educación en el Comité Directivo de la Escuela Nacional de Enfermeras y Presidente de su Comité Ejecutivo.
En 1959, asume como Profesor de Higiene y Puericultura del Instituto Pedagógico Nacional, cargo en el que permaneció hasta su fallecimiento, gozando de gran respeto y cariño de todos sus compañeros, entre los cuales creemos era el de mayor antigüedad en el Departamento de Biología, excepción hecha del sabio Francisco Tamayo, aun activo,  Miguel Antonio Caro», de Caracas.
Lo dicho no es más que una apretada síntesis de la labor desplegada por el Doctor Alegría en el campo docente, tanto más notable si se observan los lapsos durante los cuales desempeñó diversos cargos, sin incluir el gran número de sus publicaciones dedicadas a la educación.
Más allá, sin embargo, de la labor docente, ya notable por lo dilatado, está el hecho, al cual hacen común referencia todos los que han sido sus discípulos, de su especial forma de dar clases, que les hacía realmente amenas e inolvidables.
Téngase presente un postrer dato. Hace años el Dr. Alegría había adquirido derecho a su jubilación como docente con 100% de su sueldo, y sin embargo, continuaba dando clases, lo cual se traduce en que estaba dando clases sin ninguna remuneración. Véase en este gesto, su inmensa vocación docente,

4) El sanitarista

La vida de sanitarista del Dr. Alegría se inicia con su nombramiento como Médico Rural de Chexendé (Chejendé), Edo. Trujillo, en 1942. Pasa luego, en 1943, a Médico Epidemiológico de la Unidad Sanitaria de Maracaibo, llegando a ser Encargado de la misma en 1945. De este lapso, siempre tuvo a orgullo el hecho de la calidad del Servicio de Epidemiología a su cargo, los cuales hizo necesario la asesoría central, tan prodigada en otras Unidades Sanitarias.
De 1945 a 1946 ejerce como Médico Jefe de la Sección de Médicos Rurales del Ministerio de Sanidad, y en 1946 pasa a ser Médico Jefe (fundador) de la División de Sanidad Rural.
Luego de una breve pasantía como Encargado de la División de Educación Sanitaria, en 1948 y Médico Adjunto de la Dirección de Salud Pública en 1949, es nombrado, este último año, Supervisor de los Servicios de Higiene Escolar de la Unidad Sanitaria de Caracas, cargo en el cual se mantiene hasta 1958.  En este año, es nombrado Médico Jefe de la División de Educación Sanitaria, permaneciendo en este cargo durante 21 años, hasta el momento de su muerte.
Desde luego, la precedente relación de cargos desempeñados no valora la medida del sanitarista que fue el Dr. Alegría. a él le tocó ser figura central en el momento en que, por decreto gubernamental, fue bruscamente elevado el número de Médicos Rurales del pais en 1946, para lo cual se aprovechó a la llamada promoción Vargas; de ella forman parte muchas preclaras figuras de nuestra medicina actual, cuyo trabajo  doctoral fue dirigido por el Dr. Alegría. Varias fueron asimismo los médicos que, a causa de los estragos de la Segunda Guerra Mundial, vinieron de otras latitudes y encontraron su ubicación estable de manos del Dr. Alegría.
Cada área en la que incursionó como sanitarista, ya sea como epidemiólogo, educador sanitario, supervisor de higiene escolar o Médico Rural, le vio laborar con total dedicación, fiel a su concepto de Medicina Integral, la cual incorpora, en igual rango, la acción  (restitución, conservación y promoción de salud, sin discriminar entre ellas), con el tiempo  (todo el tiempo dedicado a toda acción integral). En más de una ocasión le oímos expresar, con evidente desconsuelo, que era frecuente considerar como Medicina Integral las acciones preventivas y curativas realizadas separada y por sectores. 

En cuanto al tiempo de dedicación, hacía tajante distinción entre: quienes hacen dedicación total al sanitarismo y quienes dedican sólo pocas horas semanales, con poca o ninguna mística, recibiendo, sin embargo, expresos reconocimientos al cabo del tiempo, por «sus años dedicados a la salud pública venezolana». Debemos dejar constancia, que no lo hacía con amargura, sino con cierta tristeza, por entender que ello implicaba una falta de estímulo, para ingresar con cierta mística, a la carrera sanitaria, cosa harto peligrosa para la salud pública venezolana, siempre necesitada de una alta dosis de esa mística y espíritu de sacrificio, y una dedicación total, ante las inmensas carencias sociales y económicas.
Un detalle interesante de su vida de sanitarista es el de su hábil estrategia para lograr que las Direcciones de Asistencia Social de los Estados se cubriesen con profesionales del área de la salud, como forma de garantizar en interés de las Gobernaciones Regionales de la problemática de dicha área.
Su producción literaria sobre la salud pública venezolana es muy vasta y dilatada. Es ocioso reseñarla. Está allí para el examen de los analistas e historiadores.
Numerosos fueron las representaciones que ostentó, dentro y fuera del país, siempre con singular acierto. Basta mencionar:
De 1946 a 1949: Promotor principal de 16 Convenciones de Médicos Rurales.
1947: Miembro de la Delegación de Venezuela en la XII Conferencia Sanitaria Panamericana, Caracas. Miembro de la Sub-Comisión de Educación Rural en la Junta Organizadora del IX Congreso Panamericano del Niño.
1947-49: Miembro de la Comisión Programadora de Instituciones Médico-Asistenciales del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social.
1949: Delegado del Ministerio de Sanidad ante el Comité Central de la Cruz Roja Venezolana. Integrante de la Misión de Auxilio al Ecuador, en calidad de Médico Jefe.
1951: Tesorero del Comité Organizador del Tercer Congreso Médico-Social Panamericano, Caracas. Delegado por Venezuela a dicho Congreso, en el cual fue ponente oficial del tema «Asistencia Médica en el Medio Rural».
1954: Secretario de las Primeras Jornadas Venezolanas de Higiene Mental, Caracas.
1955: Delegado del Ministerio de Sanidad ante el III Congreso Americano de Medicina del Trabajo, Caracas.
1956: Sub-Secretario de la Comisión Organizadora del Primer Congreso Venezolano de Salud Pública. Secretario Auxiliar de dicho Congreso.
1960: Secretario de Relaciones y Finanzas del Comité Organizador de las Primeras Jornadas Bolivarianas y Segundas Jornadas Nacionales de Higiene Mental. Delegado de Venezuela ante el Seminario sobre Educación en Nutrición en Sud-América, Río de Janeiro.
1961: Secretario Auxiliar del Comité Organizador del Segundo Congreso Venezolano de Salud Pública.
Delegado de Venezuela a la Conferencia Internacional sobre la Salud y la Educación Sanitaria (Filadelfia. 1962; Madrid, 1965 y Buenos Aires, 1968).
1963: Tesorero del V Congreso Latino-Americano de Salud Mental.Caracas.
1973 hasta su fallecimiento: Miembro del Comité Nacional para la Salud y la Vida de Familia, creado por Resolución Conjunta de los Ministerios de Educación y de Sanidad y Asistencia Social.
Como es fácil suponer, la lista de representaciones aquí reseñadas es enumerativa, pero no exhaustiva. Son, sin embargo, absolutamente suficientes para dar una idea de su proyección como sanitarista.

5) El Historiador Médico

Desde su ingreso como Profesor Interino en la Cátedra de Historia de la Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, el año 1954, hasta el momento de su muerte, en el cual ostentaba la Jefatura de dicha Cátedra, el doctor Alegría desarrolló una de la más brillante ejecutorias de nuestra vida republicana como Historiador Médico.
Existe un inagotable número de publicaciones, incluso ejemplares sumamente raros en su Biblioteca particular, cuyo valor, por cierto, bien merece un esfuerzo de conservación.
Particularmente notable es su labor de rescate de valores médicos venezolanos de todas las épocas, incluyendo nuestra medicina Indígena, sobre todo lo cual ha dado aportes singularmente valiosos, a tal punto que nos permitimos expresar que las publicaciones del Dr. Alegría habrán de ser obligado punto de referencia para nuestra historiografía médica, dados su volumen y acuciosidad, en el inmediato futuro.
Con pleno derecho entró como Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina en 1952, siendo su primer Secretario de Correspondencia; figura luego como Vocal desde 1954 a 1956, pasando a ser Vice-Presidente en 1961. Destaquemos un detalle que muestra su hidalguía: Cuando, en cierta ocasión, le fue ofrecida la Presidencia de la Sociedad, la rechazó, por conceptuar que era un cargo que, en ese momento, le correspondía por derecho propio a su brillante historiador médico de máxima relevancia en el país y perfectamente identificado.
En 1961, pasó a ser Miembro de la Academia Panamericana de Historia de la Medicina.

6) El Gremialista

También en este campo, Ceferino Alegría desarrolló labor de altísimos quilates.
En 1947, es el ponente (en colaboración) del Tema «La Asistencia Médica en el Medio Rural Venezolano», ante la II Asamblea de la Federación Médica Venezolana, en Valencia, de donde surge su nombramiento, hasta 1954, como Miembro de la Comisión Permanente de la Federación, encargada del estudio del problema médico en el Medio Rural Venezolano.
A nivel de la Federación Médica Venezolana, desempeñó los siguientes cargos:
Sub-Secretario (1949), Secretario de Actas y Correspondencia (1950) y Primer Vice-Presidente (1951). En este último año fue Delegado del Gremio Médico ante la II Asamblea de la Confederación Médica Panamericana, celebrada en Caracas.
En forma prácticamente ininterrumpida fue delegado ante la Asamblea de la Federación, siendo siempre particularmente avctivo en sus deliberaciones.
Contó siempre con el respeto de sus colegas, a la hora de las deliberaciones gremiales, y sus opiniones fueron siempre escuchadas con singular atención, pues hablaba desde una tribuna sin ataduras de ningún tipo, y con la vista puesta en todo momento en el mejoramiento gremial como factor decisivo en el logro de una mejor atención a la salud del venezolano.

7) El Escritor

Fértil pluma, Ceferino Alegría produjo centenares de publicaciones. Todas las áreas en las que incursionó en su actividad pública, conocieron de su quehacer escrito. Ya como sanitarista, como historiador, o como gremialista, no dejó campo en el que no haya escrito algo. Al cumplir sus 30 años de vida profesional médico, publicó un volumen titulado «500 Títulos en 30 años», indicativo de su fecundidad literaria. Téngase presente que luego hizo otras publicaciones, la última de las cuales salió a la luz post-mortem el pasado año con el título «Refranes Médicos», de acuerdo con solicitud que hiciera en su lecho de muerte.
Sería prolijo hacer aquí la lista de todas las publicaciones. Esa recopilación es necesaria, pero será objeto de otro trabajo. Por el momento, hagamos pública nuestra sincera admiración para el hombre cuya pluma produjo tan ingente fruto desde su primera publicación «El Ciclo Útero-Ovárico Normal en la Mujer Venezolana y sus Relaciones con el Embarazo», que constituyó su Tesis Doctoral en 1942, hasta su postrer publicación «Refranero Médico», post-mortem, en 1979, en el más reciente Congreso de Historia de la Medicina en Venezuela.
Varias publicaciones lo tuvieron como máximo ductor. Así fue Jefe de Redacción de la Revista Acta Médica Venezolana, (órgano del Colegio de Médicos del Distrito Federal), Director de la Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina; Director de la Revista Salud Pública, Director de la Revista de Sanidad y Asistencia Social, Director de la Revista «SER» (órgano de divulgativo del Departamento de Educación Sanitaria del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social), Director de la Revista Federación Médica (órgano de nuestro máximo organismo gremial).

8) Ceferino Alegría y la Sociedad Venezolana de Salud Pública.

Alguien dijo en cierta ocasión «Alegría cree que la Sociedad de Salud Pública es propiedad suya». Quizás la intensión de la frase fue peyorativa, pero la conceptuamos como una frase feliz, porque el Dr. Alegría siempre sintió a la Sociedad Venezolana de Salud Pública como algo realmente suyo.
Está entre sus Miembros fundadores en 1952 y es el Sub-Secretario de su Junta Directiva inicial. En 1956 pasa a ser Tesorero, y en 1957, representa a la Sociedad ante la Asamblea de la Asociación de Salud Pública de Puerto Rico. En 1959 es electo Secretario de la Sociedad y, en 1961, es nombrado Presidente, lo cual lo colocó en inmejorable posición para ser eximio conductor de la Sociedad.
En 1963, ocupa nuevamente la Secretaría de la Sociedad, hecho que hizo exclamar a un eminente sanitarista «Sólo a Alegría se le ocurre ser Secretario, luego de ser Presidente». Este hecho, sin embargo, es prueba fehaciente de la dedicación del Dr. Alegría a la Sociedad. No exigía prioridad, sino ser útil.
Esta situación se repitió, con contornos más dramáticos cuando, luego de varias re-elecciones, fue sustituido. en el cargo en forma que él sintió como injusta, a pesar de lo cual aceptó posteriormente el cargo de Vice-Presidente.
Sabemos que, en ciertos corrillos, se le criticó el cambio de formato a la revista de la Sociedad. Alegría ideó el nuevo formato con el sólo propósito de lograr disminuir los costos e ir acopiando fondos para adquirir la sede para la Sociedad. La Sociedad tuvo una situación crítica, siendo Ceferino Alegría, con dedicación singular, el basamento fundamental de su continuidad y su supervivencia. A cien años de su nacimiento podemos afirmar que su dedicación y trabajos no fueron en vano, la Sociedad existe y tiene ahora una Revista Digital que ofrecer para el conocimiento de la Salud Pública en Venezuela. Sin duda les habría dicho sigan adelante siempre, los nuevos protectores de su amada Sociedad Venezolana de Salud Pública.

En 1974 la enfermedad de diabetes le hace disminuir su ritmo de trabajo y tras cinco años fallece en la Clínica El Avila el 14 de junio de 1979.